Evolución

En esta etapa, junto a la renovación positiva de algunos conceptos, se dio vigencia a un criterio que, finalmente, resultó dañino para la imagen y la economía de este Plan: se trato de extender los servicios a razón de crear una base de campismo en cada municipio del país. Tal propósito condujo a que se construyeran algunas en lugares que no reunían las condiciones requeridas y los resultados negativos no se hicieron esperar.

Al clausurar el 4to. Congreso de la UJC, el 4 de abril de 1982, a casi un año de haberse iniciado la experiencia, el Comandante en Jefe valoró como satisfactorios los primeros pasos dados en la organización y desarrollo del Campismo y exhortó a la UJC a continuar trabajando para extenderlo paulatinamente a todo el país. En este mismo año 1982, teniendo en cuenta el éxito del Campismo y su aceptación en la población, se empezaron a construir más instalaciones en todas las provincias del país y otras en Pinar del Río, provincia pionera en esta actividad.

Con la inauguración el 18 de julio de 1982, del Campismo El Taburete en Pinar del Río, celebrando el “Día de los Niños” y del “1er. Aniversario del Plan del Campismo Popular”, se estrenaron las primeras cabañas hechas de madera rústica, techo de guano y con pisos de cemento, que ofrecían más seguridad, protección y privacidad, a los campistas. Así se inicia la evolución en los conceptos constructivos y el mejoramiento de las facilidades para los excursionistas.

Se elaboró el Plan Director de Desarrollo del Campismo del país, en el que se definieron los requisitos de selección de los lugares para micro localizar bases y se normaron los criterios rectores con uniformidad y técnicamente fundamentados, para construirlas, diseñándose un módulo estándar en su infraestructura y los servicios a ofrecer. Cantidad y calidad avanzaron paulatinamente, por lo que la extensión cuantitativa de los servicios del Campismo en el país, se vio acompañada de un incremento sostenido cualitativo.

El baño recreativo constituía uno de los atractivos más fuertes para la práctica del Campismo y tal exigencia de los excursionistas no podía desconocerse. En lugares muy hermosos, no favorecidos con estos recursos naturales, se marcaba el lugar para construir la piscina y a partir del Plan Director, la existencia de condiciones para el baño recreativo, se convirtió en un requisito determinante para seleccionar lugares donde establecer las instalaciones, priorizando la elección de lugares próximos a costas y playas, no frecuentadas masivamente por la población, o en cayos donde pudieran crearse condiciones para el baño recreativo.

La base Puerto Escondido, al Noreste de La Habana, y a 45 minutos de la Capital, constituyó un hito importante en el desarrollo de esta idea. La extraordinaria belleza natural del lugar, que incluía una pequeña playa y una amplia extensión de costa propicia para la práctica del buceo, unidas a una inmediata elevación cubierta de verde vegetación y bosque, causó la admiración de los campistas. Allí se construyeron por primera vez, las cabañas con paredes de mampostería, piso de cemento, y techo de fibrocemento, lo que significaba una novedad arquitectónica.

A Puerto Escondido le siguió, en la misma franja del litoral donde ella se encuentra, la construcción del Complejo del Litoral Norte de La Habana en Santa Cruz del Norte, con una capacidad para 10 mil excursionistas en diez instalaciones ubicadas entre Jibacoa y Bacunayagua. Este combinado de recreación se convirtió de inmediato, en uno de los lugares más demandados y frecuentados por los amantes de la Recreación y la Naturaleza, provenientes fundamentalmente de la Capital del país.

El éxito alcanzado por el Campismo en Puerto Escondido y en todo el Litoral Norte de La Habana, marcó un momento cumbre en la consolidación de este Plan. Su éxito estaba probado, pues aportó riqueza conceptual a la idea inicial del Campismo Popular ya que se posibilitaba la utilización más racional de los recursos naturales y de las inversiones. La construc-ción de bases en formación de complejo, permitía utilizar más económicamente los recursos invertidos en comunicaciones, servicio eléctrico, viales vehiculares, suministro de agua, almacenes, dispositivos de mantenimiento, transporte, áreas y facilidades recreativas, y otros. Un paso de avance significativo lo constituyó la construcción de piscinas olímpicas en cada una de ellas.

El deterioro de las construcciones rústicas, motivó que para 1983 se emplearan materiales más duraderos en las nuevas construcciones y en el mantenimiento y la remodelación de las existentes, conservando el principio de integración armónica de las instalaciones al medio natural circundante. La amplia participación de la familia y con ella de niños pequeños y ancianos, determinó la necesidad de crear nuevas facilidades de alojamiento en la electrificación y en la realización de nuevos módulos de baños y duchas, para que concurrieran  y permanecieran en ellas, no solamente los fines de semana, como en los inicios, sino por una semana o más días, para disfrutar realmente de las vacaciones y así se comienzan a ampliar los ciclos de comercialización. En este año, al finalizar la etapa vacacional, disfrutaron del Campismo 675 534 personas, de ellas el 48% en familia.

Mascotas del Campismo