Evolución
Ya en el año 1984 funcionaron 95 campismos y se ofertaron algo más de 72 mil capacidades, que fueron disfrutadas por alrededor de 776 000 personas. Este año, lo más significativo fue la puesta en marcha del Complejo de Campismos del Litoral Norte de La Habana.
Desde los primeros años, esta nueva modalidad recreativa, de practicar el campismo, se unió a la campaña nacional denominada "Hacia una Cultura de la Naturaleza", pues se realizó un gran esfuerzo en la divulgación y propaganda para propiciar la creación de hábitos y costumbres favorables en este sentido, y se creó y tomó fuerza, el movimiento de "Clubes de Amigos del Campismo” que perseguía como objetivos: promover la participación organizada; contribuir a la formación de una Cultura de la Naturaleza, al disfrutarla y cuidarla; y constituir una contrapartida para la Dirección Administrativa del Plan, coadyuvando a la retroalimentación y el perfeccionamiento constante de sus servicios. Algunos de estos clubes se destacaron por la pasión demostrada en la práctica del campismo y realizaron aportes de consideración en los propósitos mencionados, hasta nuestros días.
Otro aspecto importante a mencionar en el desarrollo de las primeras experiencias del plan del campismo fue la atención a turistas extranjeros de grupos juveniles o libres, en Puerto Escondido, en el Litoral Norte de La Habana; Jardín de Aspiro, en Pinar del Río y Río Canímar, en Matanzas.
El Abra, del Litoral Norte de La Habana, que inicialmente abrió sus puertas para excursionistas nacionales, fue construida a partir de un diseño arquitectónico avanzado para aquellos momentos, con óptimo aprovechamiento espacial del entorno, la modernidad de las cabañas y el confort de sus facilidades interiores, donde se combinaban lo estético con lo económico, sentando pautas para las inversiones que le sucedieron.
El Abra fue la instalación pionera en que los campistas pudieron disfrutar del servicio de electricidad, agua potable, servicios sanitarios, duchas y lavabos en el interior de las cabañas. En ella se construyó y montó un moderno restaurante para turistas, que significó un notorio adelanto en la concepción del Campismo. Por todas estas razones El Abra se convirtió en un paradigma, y más adelante confirmó el éxito y las amplias posibilidades de atraer turismo internacional económico.
Hasta el inicio de 1985, los organismos de dirección y las organizaciones de base juveniles, apoyándose en los equipos de trabajo del Campismo Popular, respondieron a las tareas concretas inherentes al desarrollo de esta actividad. Fueron los dirigentes de la UJC, los que promovieron y encabezaron las gestiones de búsqueda de lugares para construir las instalaciones, realizar la promoción y garantizar la transportación de los campistas.
En enero de 1985 el Campismo adoptó una estructura empresarial sin abandonar el objetivo de la costeabilidad como finalidad, es decir, con el criterio de reducir los precios a la población en la medida en que se estabilizaran y ampliaran los márgenes de utilidades. La naciente Empresa se caracterizó por prestar una especial atención al control, la inspección y la evaluación de los resultados de la gestión de sus unidades y actividades subordinadas, particularmente, en aquellas en que se materializaba el servicio a la población de forma directa: los Campismos, la transportación, las Oficinas de Reservaciones y los almacenes.
A partir de ese momento, el Plan de Campismo Popular comenzó a trabajar institucionalmente como la Empresa Nacional de Campismo Popular, manteniéndose dirigida hasta abril de 2009, por la Unión de Jóvenes Comunistas.
En el año 1986, los objetivos fundamentales del desarrollo del Campismo se fueron dirigiendo a:
Elevar la Calidad en la prestación de los servicios y en la atención a los campistas.
Enriquecer los mecanismos creados por la Empresa para el trabajo de divulgación y promoción.
Desarrollar en la población una mentalidad y disposición favorables a la práctica del Campismo, entre ellos la creación de los Clubes de Amigos del Campismo.
Elevar la eficiencia en las operaciones relacionadas con la transportación masiva.
Mejorar la eficiencia y calidad en la oferta de productos alimenticios.
Ampliar las opciones y la calidad de las actividades recreativas.
Dirigir las inversiones fundamentalmente a la remodelación de las instalaciones existentes.
Impulsar el desarrollo del Campismo en el Litoral Norte de La Habana.
Consolidar y asegurar el equipamiento necesario de las instalaciones.
Elevar la eficiencia económica.
Mantener una política de precios, acorde con el carácter popular de este plan.